-Enviado por mi buena amiga y poeta Lía, desde tierras bercianas, a quien agradezco, desde aquí, su poesía, la hermosa puesta de sol y su amistad-
"Lo que van a leer a continuación es un poema un tanto especial que mi mente se esforzó en traducir contemplando una puesta de sol que Carlos Blanco Sánchez puso delante de mí en una simple foto.
"Lo que van a leer a continuación es un poema un tanto especial que mi mente se esforzó en traducir contemplando una puesta de sol que Carlos Blanco Sánchez puso delante de mí en una simple foto.
Mi mente la asoció con aquella que en su día contemplé en aquella otra tierra, en África. Se unieron las dos facultades, mente y sentimientos y el resultado fue el que leerán a continuación.
UNA PUESTA DE SOL
Se escondía El Sol a lo lejos
y La Tierra se adormilaba,
un caminito de luz
en El Cielo se colaba,
y llegaba hasta tú y yo
y en tus manos...
en el hueco de tus manos
suavemente descansaba.
Un Sol que desaparecía
pero grande se adivinaba,
un resplandor casi mágico
que desde El Cielo bajaba,
y una estela de luz
a La Tierra se caía,
y esa Tierra...
con amor lo cobijaba.
Y así se difuminó
con la noche y la mañana,
con el alba dormilona
y la noche que se acercaba,
un suspiro de nostalgia
un cansancio largo, largo
y un sueño muy, muy profundo:
"Un sueño reparador
que El Sol agradecía...
¡Con el Calor de su alma!".
Lía